Sonríe como si de verdad lo quisieras, al menos inténtalo para que se marquen sus señales en tu cara y recuerdes las sonrisas al ver sus marcas con el paso del tiempo.
Realmente es como lo que soñabas cuando eras muy pequeña, pero ése concepto de romanticismo es un arma de doble filo capaz de hacer más daño por el lado bueno que por el lado malo.
¿Merece la pena seguir manteniendo esa esperanza? La fe la perdiste hace ya mucho tiempo, ¿por qué mantener la esperanza?
Supongo que se debe a que la caminata es larga y solitaria, y ya no te merece la pena soñar... sólo merecen la pena las pesadillas....
Hace mucho que dejaste de esperar sentada al príncipe, y tomaste tú la espada para marchar a luchar campo abierto. No eres una princesa al uso, más bien lo eres al desuso...
Ahí está escondida en tu sombra, revoloteando con sus alas de cristal. Y es que ya no eres tú la que hablas, soy yo... el Hada de mis Pesadillas.
Wednesday, September 24, 2008
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