Thursday, September 4, 2008

Divagaciones

Blanco sobre blanco, es una expresión que utilizaba cuando de pequeña veía a mi abuela pintar todos los años la casa, 'encalar', como se suele decir por aquí abajo. Luego es una expresión que comencé a aplicar a mí misma a la par que iba creciendo, pintaba mi propio lienzo 'blanco sobre blanco' cada vez que un pequeño error de pulso hacía que no me cuadraran las líneas, y vuelta a empezar a pintar. Con el tiempo descubrí que era mejor dejar esas líneas mal dibujadas, para mirarlas y recordarlas siempre que le echara un vistazo al cuadro de mi vida, que se supone bonito con sus imperfecciones, como todos los cuadros de todas las personas.

Y de pronto, tengo 26 años, casi 27 en 3 meses. Miro mi cuadro y no sé qué es lo que veo. ¿Me gusta, me disgusta? No, simplemente me es indiferente. Creo que es un lienzo muy pequeño para lo "grande" que yo soy; no puedo dibujar líneas correctamente en él. He desdoblado un trozo de la parte de atrás para agrandarlo, y en ese espacio han aparecido pequeños puntitos que me piden sonrientes que gaste en ellos pinturas. Mis pequeñas estrellas brillantes, mis pequeños puntos saltarines, me observáis desde un retazo del lienzo que está casi sin dibujar, junto a otros pequeños puntitos aún poco visibles... pero tengo miedo a seguir dibujando y expandir esta pintura ya de por sí extraña; siempre he sido valiente a la hora de dar brochazos, y el dibujar con precisión ahora me es muy difícil... además, me da tanto miedo a que vean el cuadro... lo más curioso es que lo quiero enseñar, ¿sabeis?

Si no tengo cadenas y anclajes... ¿de qué tengo miedo? Es una agorafobia repentina que me asalta, pero me da igual. Voy a echar a volar.

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